El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha generado controversia al acusar a la mayoría de los periodistas y medios "independientes" de ser parte de una operación internacional de lavado de dinero. Según Bukele, esta operación busca impulsar una agenda globalista y estaría vinculada a organizaciones no gubernamentales (ONGs) financiadas a través del mismo esquema. Estas declaraciones, realizadas a través de su cuenta de Twitter, han provocado un intenso debate sobre la libertad de prensa y la transparencia en el manejo de fondos por parte de ONGs y medios de comunicación.
Bukele, conocido por su estilo confrontativo y su retórica contra lo que considera "medios tradicionales", no ha presentado pruebas concretas para respaldar sus afirmaciones, lo que ha llevado a críticas por parte de defensores de la libertad de expresión y organizaciones periodísticas. Este tipo de declaraciones refleja la tensión entre el gobierno salvadoreño y ciertos sectores de la prensa, en un contexto donde la independencia mediática y la lucha contra la corrupción son temas sensibles en la región.
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